El pasado 20 y 21 de Octubre tuvimos el Curso número 53 de Lectura y Escritura de Declic en Guadalajara, Jalisco, en el
CEDUE, A.C. (Centro de Educación
Especial A.C).
Fue un grupo pequeño, con maestras de la
institución, maestras de CAM, de USAER y dos maestras frente a grupo. La nota
distintiva fue también la presencia de dos madres de familia de chicos con
síndrome de Down, uno de 8 años y otro de 21.
En los dos días intensos de trabajo
COMPARTIMOS distintos aprendizajes importantes, no sólo metodológicos, sino
también humanos, esenciales si se quiere tener avances en este camino .
Una de las reflexiones que brotaron del
grupo fue que para los niños y jóvenes con discapacidad intelectual, desde muy
pequeños han estado en el carril del ¿Por qué NO habla todavía? ¿Por qué NO
camina todavía? ¿Por qué NO atiende instrucciones? ¿Por qué NO come
apropiadamente? Así todos los NO se van acumulando en la experiencia de trabajo
de nuestros hijos y alumnos, que sin darnos cuenta, como telón de fondo, si nos
descuidamos, nos van quitando las esperanzas y minando la alegría de disfrutar
el momento, de aceptarlos tal cual son y con ello la confianza y la autoestima
que les transmitimos, cómo que están siempre en deuda, que algo nos deben, que
ese pequeño esfuerzo o gran esfuerzo de cada día que hacemos para enseñarles
algo debería darnos una recompensa, un aprendizaje consolidado.
Y es verdad que trabajamos por un
aprendizaje cada día, cada hora, cada semana, cada mes. Y tenemos claros las
metas y objetivos.
NO trabajamos sin ellos porque caer en
la improvisación, en el ensayo y error, es un desgaste tremendo, y caer en la
ilusión de que no pasa nada, que sólo es un desarrollo retrasado en el tiempo,
da los mismos resultados: la frustración.
Lo que aprendimos es que trabajar con
método, con claridad de objetivos, SÍ nos da la posibilidad tremenda de tener
un camino claro que recorrer, y saber en donde estamos, principio de realidad,
es más certero que caminar a ciegas, sin conocer de donde partimos.
Todo esto es necesario. Sin embargo. más
importante es reconocer el derecho de aprender, desde la ACEPTACION Y EL
DISFRUTE de interactuar con nuestros niños y jóvenes desde lo que son, desde
quienes son, con su personalidad única, sus condiciones, sus retos y
fortalezas.
Gracias a esta maravillosa asociación
CEDUE, A.C., de Guadalajara, por la oportunidad de seguir compartiendo el
camino de la Inclusión.
Mtra. Adriana Pérez C.
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