Hace un año la noticia nos tomó a todos por sorpresa: Aldo se nos adelantó a la eternidad, a la casa de Dios padre y madre para quienes compartimos una misma fe en que la muerte no es el final sino un principio de eternidad. Y todo pasó tan rápido!!!
Ha habido un vacío grande, los silencios y ausencias duelen, pero no pesan si se ha sabido vivir y vaya que Aldo lo hacía muy bien!
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