Presentaciónes en Marzo del libro Aprender a Leer y Escribir con el Método Fonético-Gestual, Edit. Porrúa
Los deletreos
mecánicos y las repeticiones aburridas y sin sentido no hacen más que coartar
el interés por la lectura, esa lectura que es literatura, que cuenta el cuento
que nos da la vida y que queremos que nuestros niños mexicanos gocen al
conocerlas, al recrearlas y al contarlas en sus maneras y posibilidades.
Así entendida
la lectura, apoyada desde el principio por un método tan interactivo, fácil y
agradable como es el MFG, se convierte en una experiencia que permite la
comprensión del mundo, de la vida y de uno mismo convirtiéndose en algo
agradable e interesante… es entonces cuando se convierte en compañía y
posibilidad.
Pero qué pasa
si el niño no se comunica de manera convencional, acaso ¿entiende? ¿Recuerda?
¿Imagina? ¿Siente? ¡Por supuesto que sí! Dentro de sus capacidades y
posibilidades. Nada es mejor que probar, intentar, facilitar; aprender a
conversar y compartir multiplica siempre las oportunidades de escuchar, de
hablar y de dialogar.
Las
limitaciones la mayor parte de las veces resultan impuestas por el miedo, la
desidia y la ignorancia acerca de las capacidades de las personas con
discapacidad intelectual en la actividad lectora y en otras tantas, así es que
no tenemos más que agradecer y aplaudir la iniciativa y enorme compromiso de Adriana y Ma. Elena con
la publicación de este libro.
Gracias a las
dos, a todos esos niños, padres de familia y educadores que hicieron posible
esta obra, gracias por esta enorme oportunidad que abren para todos los niños
con y sin discapacidad intelectual
que tendrán ahora más y mejores oportunidades de ejercer su derecho de estar
incluidos en la escuela y ser “uno más”, en lugar de muchos menos.
Y qué mejor
homenaje hoy para ellas, para Adriana y Ma. Elena, y a esos miles de educadores
que han dedicado su vida a las personas con discapacidad, que las palabras
pronunciadas por Pablo Latapí Sarre en un Congreso de CONFE?
Él dijo en aquel año 2000:
“Un día quizás lejano, tú educadora o educador,
decidiste ser un maestro especial y dedicarte a las personas con discapacidad.
No sospechabas entonces lo que esa decisión te deparaba. Dicen que para ser
buen maestro hay que llevar siempre el niño que alguna vez fuimos y sabe mirar
el mundo con los ojos de asombro y de curiosidad de la niñez; de modo parecido,
para ser este tipo de maestro, hay que llevar dentro, siempre viva, la
conciencia de nuestras propias incapacidades y limitaciones.
Al poco tiempo de haber emprendido tu difícil oficio,
aprendiste que no se trataba de bajarte desde tu suficiencia al pequeño e
insuficiente, sino de encontrarse los dos, de igual a igual, ofreciendo tú, tu
propio desamparo y compartiéndolo con él, y que era esa comunión donde
descubrías la maravilla de tu vocación. Ahí descubriste que el fuerte requiere
del débil, que el que cree saber es en el fondo ignorante; que viviendo la
conciencia de tus incapacidades e impotencia, era como te enriquecías; que al querer
dar, en realidad estabas recibiendo.
Eres buen maestro porque aceptaste tu vulnerabilidad
y, a partir de ella, encontraste el lazo de comunión con otros tan vulnerados
como tú, aprendiste a reír con ellos, a jugar con ellos, a celebrar con ellos
la maravilla de la vida; y en el difícil aprendizaje de la ternura,
comprendiste poco a poco que toda persona tiene dignidad infinita, que toda
persona es sagrada. Aprendiste lo que muchos que creen tenerlo todo nunca
aprenden: respeto; aprendiste humanidad.
Fueron ellas y ellos, tus educandos, quienes te
introdujeron a sus valores y te hicieron comprender que el misterio de la vida
humana es incomprensible y que solo nos acercamos a él mediante la donación y
el amor. Ellos fueron, ellos son tus maestros, ellos te han enseñado lo
esencial: a vivir con esperanza.
Da las gracias hoy a Dios si crees en él, o si no, a
la vida por este privilegio; da las gracias a ellas y a ellos, los pequeños que
todas las mañanas han esperado tu llegada con ilusión. Agradece que tu destino
se haya ido tejiendo día a día con el de ellos, y que juntos han encontrado
esta extraña bienaventuranza: la de construir la fortaleza a partir de las
debilidades compartidas.
Maestro, maestra, gracias en nombre de esos niños y
niñas, de esos padres de familia a quienes contribuiste a que mejorara su
calidad de vida apoyándolos y acompañándolos en su formación para la vida.”
Adriana, Ma. Elena, gracias de nuevo y muchos éxitos más…
La 2ª. presentaciòn del libro, en la Comisiòn de Derechos
Humanos del D.F. estuvo a cargo de la Mtra. Patricia Sanchez Regalado,
directora de Servicios Educativos de Iztapalapa y anteriormente directora de
Educaciòn Especial de los Servicios de Educación Básica en el Distrito
Federal Ella hizo un resumen del
contenido de cada capítulo del libro, que
dieron un panorama general sobre la obra.
Finalmente . Mariana
Castillo Mir, nuestra maestra de ceremonias, dio las gracias a todos los
participantes por su presencia y cediò el micròfono a quienes quisieran decir
unas palabras. Hubo
reconocimientos de parte de nuestros familiares y amigos muy queridos, y quien
se llevò las palmas fueron la propia Mariana y Diego, que dijeron con toda su
autenticidad, su reconocimiento
por el método fonético gestual y algunas otras cosas de su experiencia
personal, como pueden compartir en el video.
Hoy terminan las vacaciones
de Semana Santa para muchos que comenzamos a trabajar mañana. Deseo que este video anime a preparar
nuevos proyectos, nuevas ideas y ánimos para lograr mas y mas chicos con
Discapacidad Intelectual, que sean lectores y escritores eficaces. De esto se trata la vida, de aprender y compartir lo aprendido. Aqui el video para que se animen a ir a la tercera y última presentación el 25 de Mayo 2014 a las 17:00 hrs en Edit. Porrùa Sucursal Polanco, D.F.
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