PROBLEMAS DE CONDUCTA EN EL SALÓN DE CLASES:

 


 Este ciclo escolar comencé a trabajar como coordinadora de tres grupos de alumnos con discapacidad intelectual y/o problemas de aprendizaje en una escuela regular. Después de 6 años de colaborar sólo como asesora externa en las escuelas donde asisten los alumnos de Declic, este año escolar me di la oportunidad de ser parte de un equipo docente. 

 De los aspectos que más me han impactado son los problemas de conducta en el aula los que más me preocupan y ocupan, pues un niño con conductas disruptivas no es un niño que atiende. Y sin esta base es difícil que se de cualquier aprendizaje. 


 En el grupo de alumnos de primaria hay 18 niños y 3 maestras, una guía montessori y dos especialistas de lenguaje y aprendizaje. A primera vista pareciera muy fácil la tarea de llevar a cabo programas individuales y un programa grupal, a cada maestra le toca dar seguimiento a 6 alumnos y esto es un número adecuado. Sin embargo los retos que presentan son muchos y muy variados: niños “escapistas” que salen corriendo o se mantienen fuera de su lugar, danzando por el salón. Niños que gritan, lloran, insultan y provocan a los compañeros, que les cuesta mucho esperar turnos, concentrarse más de 5 min en una actividad o entusiasmarse por aprender.


 Hay alumnos con diagnóstico de autismo, síndrome de Down, discapacidad intelectual, desintegración sensorial, TDA con trastorno oposicionista desafiante y en edades que van desde los 6 hasta los 12 años. En este contexto buscamos que puede ayudar a mejorar el ambiente de aprendizaje planteando distintas preguntas:

 -¿Es un problema de los niños inherente a su discapacidad o de las metodologías de aprendizaje empleadas ¿ - Si es inherente a su discapacidad o condición de vida, ¿qué se puede hacer para manejarlo mejor con cada uno? -¿Los niños no “pueden” o no “quieren” portarse adecuadamente? -¿Es una cuestión de manejo de límites claros y firmes nada más? Muchos de ellos son cuidados por los abuelos que generalmente son muy consentidores, será esta la causa en varios de ellos? -¿Por dónde llegar más rápido a un ambiente de tranquilidad? ¿La economía fichas? La terapia cognitiva-conductual? El ambiente y metodología Montessori es para todos y cada uno de ellos? (trabajamos en una escuela primaria Montessori)

 Con estas y otras preguntas para cada uno de ellos abordamos en equipo estos retos y en el camino hemos ido encontrando no recetas, sino posibles caminos de aprendizaje conjunto.

 Uno de ellos nos lo mostró un terapeuta excepcional, que trabaja con la metodología del RDI www.rdiconnect.com en Instituto Domus   http://www.institutodomus.org/  en la Cd. de México. El RDI (Relationship Development Interection) trabaja con los padres y profesionistas estableciendo patrones o modelos de relación creando planes sistemáticos para implementar metas y objetivos que muestren a los padres y maestros cómo guiar a los niños con dificultades en la relación y conductas asertivas. Así por ejemplo el terapeuta en RDI contesta a nuestra pregunta ¿Qué hacer cuando C. (un niño de 6 años con conductas de espectro autista y muchas dificultades motrices) se niega a trabajar, cuando abandona sin terminar una actividad porque su tolerancia a la frustración es muy baja? 


 El contesta a nuestra pregunta con dos propuestas:



 “Lo primero es des-etiquetar al niño, entenderlo, el hace esto porque no puede continuar con la actividad no es porque “no quiere” es algo que lo rebasa en su capacidad de procesamiento sensorial, entonces abandona ante la frustración.









 Ante la conducta disruptiva de los niños, los adultos culturalmente tenemos dos conductas aprendidas: la ignoramos y esperamos que el niño se canse de hacerla, sea gritar, caminar, evadir o bien tratamos de sacarlo de ella a la fuerza “regresa y termina si no, no vas a salir al recreo” etc. 






 El RDI plantea una tercera vía: “cuando un niño abandona por algo más fácil, ya conocido para él podemos permitírselo por un tiempo corto, y luego con la interacción con otro compañer@ volvemos a la actividad que abandonó y le modelamos cómo puede tener éxito en ello, cómo puede ser divertido, cómo puede ser retador y a la vez satisfactorio de lograr” lo importante es cerrar este círculo de manera exitosa para que quede en su memoria y la próxima vez que propongamos la misma actividad pueda iniciarla, pueda continuarla y pueda terminarla, porque terminó bien, es decir, sintiéndose valioso”. 



 Este es otro punto importante que remarca el RDI: cuando propones una actividad de aprendizaje en el salón de clases, necesitas mantener el foco de atención en lo prioritario: la relación y la interacción con un niño, una persona íntegra que está aprendiendo… si se “escapa” de la actividad, tu como maestro mándale señales de que estás al pendiente, míralo de reojo, invítalo a regresar través de la interacción con otro niño, por ejemplo “Pepe ahora vamos a trazar números tu y yo, vente, cual color quieres, uno tu y uno yo y cuando terminemos este trabajo haremos la lotería de sonidos…” darle espacio a C. Darle un tiempo y luego invitarlo de nuevo, “C. Quieres hacer ahora uno tu? Lo haremos juntos” darle algún apoyo físico si lo necesita, y sobre todo darle el apoyo de la confianza en sus capacidades para superar las dificultades. 

 En la página hay videos y varios blogs que aportan buenas ideas para el trabajo con nuestros alumnos con conductas disruptivas. Uno de ellas dice: “cuando tienes un hijo con autismo te acostumbras a ver todo lo que hace mal y dejas de ver lo que si hace bien…poco a poco te vas llenando de miedos y pierdes la confianza en ti, en tu capacidad para guiar a tu hij@ hacia un desarrollo mental adecuado, lo primero es salir de este estado de desconfianza, volver a confiar en ti, poner metas realistas que reestablezcan esta confianza y poco a poco tu hijo confiará también en sí mismo.


 Uno de los blogs:


http://www.autism.org.uk/living-with-autism/strategies-and-approaches/social-stories-and-comic-strip-conversations/how-to-write-a-social-story.aspx

propone escribir “historias sociales” con frases de distintos tipos (descriptiva, directiva, afirmativas, de perspectiva, cooperativas y parciales) una historia como la que se muestra a continuación: 

 ¿Que son los ruidos inesperados? Hay muchos ruidos (descriptiva). Algunos ruidos me sorprenden (descriptiva). Hay algunos ruidos inesperados (descriptiva). Algunos ruidos inesperados son: teléfonos, timbres, ladridos de perro, vidrios que se quiebran, aspiradoras, el claxon de un coche, y la licuadora. (descriptiva) Esos sonidos están bien, no me dañan (afirmativa) Yo trartaré de permanecer calmado cuando yo escuche sonidos inesperados (directiva) Los adultos pueden decirme cuado el sonido termine (cooperativa)


 El RDI es una metodología sistemática de la que podemos aprender muchísmo. Lo peor que puede pasarnos como docentes y padres, es darnos por vencidos. Lo mejor es intentarlo, con alguien capacitado que nos guíe en el camino de la relación .

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