Para Lupita Salcido.
Por su pasión por avanzar e incluir a todos sus
alumnos.
El pasado 3 y 4 de noviembre tuvimos el
gusto de compartir nuestro Taller de Matemáticas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Del
equipo Declic participamos la Lic. Alejandra Romero y una servidora en las
instalaciones del Colegio Litalí.
El grupo se conformó por maestras muy comprometidas
de USAER de preescolar; maestras frente a grupo de preescolar; la maestra
Lupita Vadillo, supervisora escolar; la Lic. Marisa Lizet Flores, representante
de las personas con discapacidad en el municipio, y nuestras organizadoras
estrella: Aracely Díaz, Natalia González y Lupita Salcido.
A ellas les debemos el haber hecho
posible este nuevo curso. Después de muchos trabajos y dudas respecto a la
fecha, estuvimos las que teníamos que estar.
Lo que marcó esta experiencia fue que
pudimos compartir como talleristas lo que proponen los teóricos del pensamiento
lógico-matemático respecto al proceso de adquisición del sentido numérico, los
cimientos para las operaciones básicas, pesos y medidas, manejo del dinero,
reloj y calendario. Lo hicimos desde una perspectiva constructivista, Metodología
Montessori y manejando los cuatro ejes metodológicos, para que realmente los
niños con y sin discapacidad accedan a aprendizajes prácticos, significativos y
relacionados con el entorno en casa y escuela.
Y de esta propuesta surgió el diálogo
con la experiencia cotidiana, las maestras que tienen en sus grupos niños con
síndrome de Down, con discapacidad intelectual, con autismo, con problemas de
aprendizaje o hiperactividad. Nos hacían constantemente estas preguntas:
¿Cómo hacer todo este proceso dentro del
grupo regular?
¿Cómo lograr que mis alumnos con
discapacidad se conecten, se enganchen en el aprendizaje si estoy sola con 30
niños o si puedo apoyar solamente a la maestra del grupo una vez a la semana?
¿Cómo pasar de “mi niño no puede hacer
esto o lo otro dentro del grupo regular a mi niño puede hacer y aprender dentro
del grupo regular”?
Las respuestas las encontramos en el
compartir experiencias entre todas, en el hacer adecuaciones o ajustes
curriculares a las propuestas de secuencias didácticas, que se enriquecieron
con toda la parte teórica que les propusimos, complementando la extensa
currícula que en esta área nos marca la SEP.
Y así surgieron propuestas como: se
requiere trabajar por proyectos, trabajar por estaciones, trabajar con material
adaptado para enfrentar al éxito a nuestros niños, en lugar de las copias, el recortar,
pintar y colorear eternamente…
Hubo tres participaciones que queremos
compartirles para que se animen a realizarlas en sus grupos.
·
Cantando
restamos
La primera es una canción, que utiliza
la maestra Cristina para la participación de sus alumnos, que les muestra el
sentido de la resta o sustracción:
“5
pelotitas, formadas en hileras, una esta saltando, y se queda fuera… tararan,
tararan tan tan…
cuando queda una sola pelotita, se
cambia la canción:
pobre pelotita se quedo solita
y se fue saltando hacia su casita
Ella también nos dio su testimonio de
cómo son los mismos papás de los niños regulares los que muchas veces
obstaculizan el proceso de la inclusión, y cómo la maestra de apoyo puede
ayudar a cambiar esa visión de “niños especiales que le quitan el tiempo a la
maestra para atender a niños regulares” hacia otra visión que nosotros implementamos
en nuestras acciones hacia una cultura de educación inclusiva. “Niños
especiales y niños regulares pueden aprender juntos, y enriquecen el
aprendizaje de todo el grupo” (su testimonio está en el video 2).
·
Piedras
de colores.
Otra participación fue de una maestra
que tiene en su grupo un niño con autismo, a quien le encanta coleccionar piedras
y siempre trae unas en la bolsa de pantalón.
A partir de esta característica, las
maestras en equipo planearon la siguiente secuencia didáctica:
1. Todos los niños del grupo salen al patio a coleccionar 5
piedras medianas.
2. En equipos de 4, con las piedras lavadas
medianas, las pintan de los cuatro colores básicos: verde, amarillo, azul, rojo.
3. Clasifican las piedras según los
criterios que van surgiendo en el equipo o que les da la maestra: piedras por
colores, por tamaños, por texturas. También pueden hacer seriaciones por
tamaños
4. Hacen un registro gráfico de sus
clasificaciones y sus seriaciones.
En esta secuencia la maestra pudo
plasmar el contenido a trabajar en el
área lógico matemática, junto con una
característica de un niño con autismo, que le encanta coleccionar, y pasar del problema a la
propuesta… e integrar a su alumno con un aprendizaje significativo y práctico.
·
Canción
de los elefantes
Por último, la maestra Lupita Salcido,
maestra de apoyo de USAER con muchos años de experiencia, nos compartió esta secuencia didáctica con la
canción de “un elefante se columpiaba, sobre la tela de una araña, como veía
que resistía, fueron a llamar a otro elefante”. Muchos la sabemos desde niños, y
con ella pudo integrar al aprendizaje a un niño con discapacidad con atención
muy dispersa, para trabajar la suma.
1. Llevar una cobija al salón y con la
ayuda de la maestra titular y ella que es maestra de apoyo, toma a la cobija de
las 4 esquinas y va subiendo a los niños para balancearlos como si fuera una
hamaca mientras cantan todo el grupo la canción. Y van sumando niños.
2. Les dan elefantes de papel a los niños
por equipo, les dan cartones y estambre donde construyen las telas de araña y colocan
los elefantes en la tela de araña que construyeron previamente, al mismo tiempo
que cantan la canción.
3. Hacen la representación gráfica de la
actividad, y cada niño dibuja lo que le gustó de la misma.
4. Pueden hacer una ecuación de adición los
que ya manejan numerales escritos: 1 + 2 igual a 3.
Como ven fue un grupo muy creativo… y
agradecemos una experiencia más que esperamos les motive para hacer con sus
alumnos secuencias inclusivas y nos comparten sus experiencias.
Comentarios
Publicar un comentario