#Testimonio Aprendizajes compartidos por madres de familia en nuestro Curso de Matemáticas del 2 y 3 de diciembre 18, en Guadalajara, Jalisco
Para Lili, Ennio y Virginia
Por sumar esfuerzos y hacer equipo
por un fin común: La inclusión educativa de calidad.
Les compartimos nuestra experiencia en
el Curso Taller de Matemáticas que
se llevó a cabo el 2 de diciembre a cargo de la Mtra. Adriana Pérez C.,
Directora de Declic, y una servidora en una jornada 10 horas dentro de las
instalaciones de la Universidad Marista de Guadalajara. Antes que nada agradecemos
el recibimiento tan cordial de nuestras anfitrionas Lili, Ennio y Virginia quienes
cuidaron cada detalle de la organización.
En Declic creemos que la EDUCACIÓN INCLUSIVA, más que un acto de
buena voluntad, es un DERECHO de todos y todas que debemos defender y promover
en cada uno de los espacios de nuestro diario actuar. Es por ello que nos entusiasma
la presencia tanto de padres de familia como de maestros y especialistas en
nuestros cursos. Aquí hago mención especial de la Sra. Ofelia, de Chalco, estado
de México, a quien tuvimos el gusto de ver en el Congreso de Síndrome de Down,
el Congreso sobre Educación en Puebla y en esta ocasión en nuestro curso taller
impartido en Guadalajara.
El aprendizaje de las matemáticas supone
ya de por si un reto a nivel de pensamiento abstracto en los niños, pero ¿cómo
llevamos esto a nuestra vida cotidiana y de manera concreta para resolver
situaciones de su entorno como organizar la despensa, elaborar una receta de
cocina, distribuir nuestras actividades durante la jornada diaria o administrar
nuestros gastos?
Sin duda son habilidades donde los niños,
adolescentes e incluso adultos con discapacidad intelectual llegan a
interiorizar y generalizar aprendizajes de conceptos trasladándolos a la
practica en su realidad inmediata. No son sólo un cumulo de conocimientos sin
sentido como en ocasiones ocurre.
Después de explicar como se da este
proceso de manera secuencial y durante la primera ronda de talleres pudimos
vivenciar cuáles son los procesos iniciales básicos para preparar a nuestro
alumno con las nociones indispensables previas para resolver operaciones básicas.
Fue muy interesante ver el cambio de
expresión en el rostro de los participantes al comprender el valor de los
detalles en material o en la explicación de los procesos para que nuestros
alumnos asimilen los conceptos matemáticos desde sus inicios con ejercicios de
asociación, clasificación, seriación, así como el uso del Touch Math.
Ya con esta práctica, en la segunda
parte del curso pudimos vincular este aprendizaje con procesos más aterrizados hacia
la planeación y organización del tiempo con secuencias temporales, calendario y
uso del reloj.
Al final nos llevamos una grata
retroalimentación de varias personas, entre ellas la maestra María del Roble, que
aportó observaciones muy concretas sobre nuestro material para mejorar y seguir
creciendo.
También a la maestra Lorena, de las
escuelas Maristas, porque ella está iniciando un cambio de modelo en pro de la
Inclusión.
Siempre resulta muy enriquecedor escuchar
el ánimo que se genera al concluir una jornada como ésta, que si bien resulta
larga en horas también es bien aprovechada en experiencia, en compartir como la
implementarán en el futuro inmediato.
De los testimonios que compartieron las
participantes queremos resaltar los aprendizajes que nos regalaron:
“Tenemos
que pasar por el mismo lugar varias veces hasta hacer el caminito: eso no significa repetición sino constancia
con nuestros chicos. Como la gota de agua en la piedra…”
“Las
mamás y las maestras que vinieron a este curso son unas guerreras, porque se
necesita corazón y capacitación para que nuestros niños avancen. Y en este
camino es muy importante que las abuelas nos involucremos”.
Abuela
de una niña con síndrome de Down de 8 años.
“Organizar
un curso con todo lo que representa es algo que sólo puede salir del corazón…
forma parte de nuestra vida, de nuestro caminar. Me llevo la experiencia
compartida de las que ya tienen mucho mas tiempo, me llevo la esperanza de
saber que somos muchos los interesados en que este mundo sea mas incluyente,
que dedicaron esfuerzos, energía y recursos para hacerlo posible”.
Mamá
de un niño con síndrome de Down de 3 años y maestra de taller laboral de
adultos con discapacidad intelectual.
“Nosotros
aprendemos de ellos, de los chicos con discapacidad; somos su apoyo y ellos son
nuestros maestros, en muchos sentidos. Otra cosa que aprendí es a aceptar mis
posibilidades y no frustrarme, y a poder trabajar con paz, con esperanza, y
decir: tengo una camioneta 1994 y con esa voy a rodar”.
Mamá
de un niño con síndrome de Down de 10 años
“Yo
me llevo la valentía y la fuerza de la Sra. Betzabé. Ella me mostró que con
recursos muy limitados ha logrado mucho con su hijo y yo puedo también hacerlo,
porque tengo el amor y ahora el conocimiento en las matemáticas para saber por
donde avanzar”.
Mamá
de un niño con SD de 8 años.
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